sábado, 5 de noviembre de 2011

"Tres cosas hay en la vida..." ¡Y una mierda!

Dicen que 3 cosas hay en la vida: salud, dinero y amor; yo no tengo dinero, ultimamente tampoco mucha salud, ni lo que literalmente se define como amor ¿He de asumir por esto que mi vida no puede funcionar si no tengo ninguno de estos 3 pilares? Supongo que no, ya que para mí ese dicho no es más que una frase hecha para cobardes que no saben valorar las cosas que realmente merecen la pena. Yo estoy de acuerdo en que aquel que tenga esas 3 cosas o alguna de ellas será feliz, doy por hecho que lo será, pero eso no quita que cualquiera que no tenga alguna o ninguna de las 3 pueda optar a ello también.
La felicidad no se halla en cosas tan obvias o incluso materiales, como son dichas meninas, sino que se encuentra en cada segundo que respiras, en cada sonrisa que ofreces y recibes, en cada vez que te asumes un error, en cada vez que perdonas, en definitiva, en cada vez que haces o dices cualquier cosa que te salga del corazón. Ahí es donde están todas aquellas cosa que de verdad importan y por las que vale la pena vivir. Felicidad no es algo que se gane en una tómbola, como puede ser un vale "por un masaje", "por un beso"o un "cheque de 500€", sino que hay que ganársela y la verdad es que ya sea porque todos los tontos tienen suerte o simplemente por la mala repartición de todo en este mundo, no todo el mundo que lucha por ella de verdad cada día la obtiene ni todo aquel que la tiene es porque se la merezca.
Es triste pararse a pensar en este tipo de cosas cuando te das cuenta de que durante mucho tiempo has estado dando tanto de ti misma que ya no queda nada para el disfrute propio, sino que todo ha sido absorbido por aquello a lo que has entregado ese bien tan preciado, todo ello sin recibir nada a cambio...
 Es aquí cuando empiezo a plantearme si realmente, si de verdad merece la pena invertir todo mi tiempo en algo tan poco rentable como es lo que hasta ahora y desde hace mucho tiempo ha sido la inversion más importante de mi vida, y paradójicamente la menos productiva...
Y por ello me vuelvo a preguntar, si tan poco rentable es, si de verdad no me merece la pena, y lo sé, ¿Por qué quiero seguir invirtiendo, gastando esperanza y tiempo en cuidar lo sembrado sabiendo que hacerlo no me asegura obtener el fruto deseado? Es frustrante no tener la respuesta y seguir negándome a mi misma la obviedad de las cosas, ¿Por qué? Es fácil, porque es la vez que más cerca he estado de alcanzar la felicidad,  y como a estas alturas el mal ya esta hecho y los daños serán irreparables siga o frene en seco, no pararé hasta conseguir lo que ansío, uno,darme de bruces contra el suelo, o sencillamente ser la persona más feliz del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario