lunes, 21 de octubre de 2013

Porque tú eres un buen motivo por el que volver.

Hacía tiempo ya desde la última vez, incluso llegué a creer que había perdido la magia, pero no sé cómo ni por qué, he vuelto. Penaba por haber perdido la inspiración, por no saber cómo hilar las palabras, sin embargo creo que nada de eso era importante, sino que lo único que se había ido eran las ganas de mostrar nada. Expresar lo que uno siente no siempre es fácil, sobre todo cuando se está acostumbrado a mostrar siempre lo oscuro, lo triste, eso que nadie quiere oír, que tampoco quieres contar, pero que al olor de un café y una buena compañía sale de cualquier manera…
Pero... ¿Y qué pasa cuando es al revés? No es difícil hablar de lo bueno, pero cuando te pasan ese tipo de cosas que nunca imaginaste que te tocaría a ti, esas cosas de las películas que creíste ver sola y exclusivamente merecidas por cualquiera, menos por ti; ya no resulta tan fácil mostrarlo al mundo. Como si al hacerlo se fuese a esfumar al son de cada palabra, como si uno se convirtiese en esclavo de sus propias palabras y después tuviese que arrepentirse de haber roto el silencio.
Igual que hacemos examen de conciencia en busca de aquello que nos atormenta con la intención de soltarlo y deshacernos de ello, por qué no ocurre lo mismo con lo bueno? ¿Acaso también creemos que al darnos cuenta de lo felices que somos, solo por corroborarlo, dejaremos de serlo?
¿Será por eso que haya de culparme yo por creerme feliz entre tanta infelicidad? Creer no siempre significa ser, pero ¿Dónde radica la diferencia? ¿Dónde sabe uno que es feliz realmente y que no es simplemente  el puro deseo de serlo el que nos confunde?
Bueno pues supongo que yo seré una de esas personas que de vez en cuando hace ese examen de conciencia al revés, no en busca de lo malo, sino de lo bueno, abrí mi caja de pandora, con el mismo miedo que si fuera una caja de bombones, que siempre que se abre la tapa se vacía un poco… Y para mi sorpresa encontré algo, y no precisamente en singular…
En fin, será que a veces solo basta buscar para encontrar…
¿Y por qué de todo esto? Pues básicamente el tiempo, que pasa y pasa dejándonos cosas, personas, momentos, y muchas cosas que si de vez en cuando no pensamos en ellas, dejan de tener la importancia que merecen en nuestras vidas…
Será por eso, porque hoy es un día especial, porque celebro que el tiempo me ha dejado las mejores cosas y los mejores momentos con la mejor persona que se tropezó en mi camino. Aquel que hace dos años y medio apareció en mi vida y a día de hoy no querría que saliese nunca. 

Celebro haberte conocido.

Te quiero.

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